Un grupo de caminantes, llegado de Saint Jean Pied de Port, divisa por fin Orreaga/Roncesvalles. El fin de la etapa; la promesa del descanso.
Y menuda promesa.
Llegar a la Colegiata de Orreaga/Roncesvalles es llegar a un lugar lleno de significado para quienes hacen el Camino. Para unas porque supone el inicio de su andadura, la primera etapa de su ruta hacia Santiago, y para otros porque, al llegar a España, sienten al Apóstol más cerca.
Y toda esa emoción la palpas en el ambiente. Desde el principio.
Da igual si lo recorres a pie o sobre ruedas; dan igual tus creencias. Este es un escenario —de historia y de leyendas— que conmueve sin distinciones.
Explicarlo con palabras no es tarea fácil. Pero asumimos el reto.
Por qué fascina Roncesvalles
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Enclave único para los peregrinos
Enclave único para los peregrinos
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Ejemplo cumbre del gótico francés
Ejemplo cumbre del gótico francés
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Escenario de batallas legendarias
Escenario de batallas legendarias
Orreaga/Roncesvalles
¿Qué tiene de especial este sitio para que miles de personas lo visiten cada año estando como está perdido en el Pirineo navarro, en un pueblo de 20 habitantes, donde parece que el tiempo se haya parado?
Puede que, quizá, ese sea parte de su encanto. La abundancia de pastos, el sonido de los cencerros o la niebla y el txirimiri, que ayudan a darle ese halo de misterio que tanto nos atrae.
Y también contribuyen la mítica derrota de Carlomagno, los tesoros de su legado artístico y cómo no, todo lo que implica ser la Puerta del Camino en España.
Pero si tuviéramos que elegir dos palabras para definir Orreaga/Roncesvalles serían estas cultura y paisaje.
Fusión de cultura y paisaje
El conjunto arquitectónico resulta cautivador por el equilibrio que transmite, perfectamente integrado en el entorno.
Mires por donde mires, arte y verde.
Rodeando la colegiata, verás suaves montes del Pirineo con más de 1000 metros de altura que ofrecen vistas de escándalo, como Lindux, Ortzanzurieta o el Alto de Ibañeta. Por cierto, que a este último puedes llegar hasta allí mismo en coche.
Y si te va el senderismo, bosques de robles y hayas por doquier, con preciosas rutas para perderse. Pregunta en la Oficina de Turismo y te informarán al detalle.
Dicho esto, vamos ya con la estrella principal. Uno de los lugares más conocidos y queridos de toda Navarra. Con todos ustedes:
La Colegiata de Santa María de Orreaga/Roncesvalles
No queremos empezar abrumándote con datos históricos que puedes encontrar por tu cuenta, así que solo te contamos dos momentos clave para que sepas lo básico, si no lo sabes ya:
- El origen de la colegiata se remonta a principios del S.XII, cuando Alfonso I «El Batallador» y el Obispo de Pamplona ordenaron la construcción de un hospital-monasterio en el Alto de Ibañeta para atender a los peregrinos. Al cabo de unos años el hospital se trasladó a su emplazamiento actual.
- Fueron los Reyes de Navarra García V Ramírez, Sancho VI «el Sabio» y Sancho VII «el Fuerte» —cuyos reinados se sucedieron de 1134 a 1234— quienes dieron el empuje decisivo al conjunto. Sancho VII el Fuerte fue el artífice de la construcción de la colegiata, y aquí reposan sus restos.
Y ya. Suficiente. El resto del contexto histórico es mejor que lo descubras cuando llegues.
¿Y qué encontrarás en la Colegiata de Orreaga/Roncesvalles?
El recorrido por Roncesvalles pone de manifiesto las duras condiciones de vida de los y las habitantes de la zona, el papel de los religiosos en la protección del peregrino y su papel histórico con las reliquias del museo.
Una visita en la que las historias envuelven cada sala, cada elemento artístico. Historias de gestas, de pérdidas, de fe y de esperanza.
¿No te gustaría escucharlas?
Plano de Orreaga/Roncesvalles
Ubica los monumentos en el plano.
Senderismo cerca de Orreaga/Roncesvalles
No queremos terminar sin hablarte de las opciones que tienes por la zona para terminar de pasar un día de 10 en la colegiata.
Si vienes en modo senderista, estas son algunas de las rutas con los paisajes más top de la zona:
- El camino de los canónigos: este es el único paseo que los canónigos tenían permitido hacer fuera de los muros de la colegiata. Ofrece una bonita panorámica de todo el conjunto, pasando por la fuente de Roldán, donde la leyenda dice que fue herido el caballero; y por la fuente de la Virgen, lugar en el que unos pastores encontraron la imagen de la Virgen de Roncesvalles.
- El Bosque de Basajaunberro: una ruta circular y sencilla de poco más de una hora perfecta para hacer en familia. Parte de la misma colegiata y su despliegue de hayas y robles no hace más que añadir magia al entorno en donde se dice que se celebraban akelarres. El último tramo es el Camino de Santiago pero a la inversa. Consulta la ruta en Wikiloc.
- Tramos del Camino de Santiago: sí, ¿por qué no hacerlo a la inversa? Es la forma más auténtica de subir al Alto de Ibañeta y disfrutar de la impresionante panorámica de la colegiata. Otra opción igual de válida es ir hasta Auritz/Burguete y volver.
- La ruta de los Búnkeres de Burguete: te ubicará en en el convulso siglo XX. Siguiendo la línea fronteriza que delimita las cumbres del Pirineo y a lo largo de 3 senderos señalizados descubrirás los vestigios de la línea fortificada que fue planeada ya desde la propia Guerra Civil Española. Consulta aquí las rutas.
Y si te apetece visitar los pueblos cercanos, te recomendamos que te acerques a Auritz/Burguete o Aurizberri/Espinal — bonitos ejemplos de pueblos-calle — . En ellos encontrarás cementerios de estelas funerarias, el paisaje verde y la arquitectura pirenaica con el sello inconfundible made in Navarra.
Empezar el Camino de Santiago en Orreaga/Roncesvalles
Y hablando de senderos, aquí comienza uno con tradición y arraigo donde los haya, el Camino de Santiago.
Las cuatro vías del Camino Francés, que arrancan en distintos puntos de Europa, confluyen en la localidad francesa de St. Jean-Pied-de-Port, situada a 27 kilómetros de Orreaga/Roncesvalles, de ahí que la mayoría de peregrinos elijan esta localidad navarra para iniciar su aventura.
Una gesta de 780 kilómetros hasta llegar a Santiago que llenarán tu mochila de grandes recuerdos. Hazlo a pie, en bici, a caballo, durmiendo en albergues o en hoteles, y con la carga a cuestas o ligero de equipaje porque te lo llevan.
Sea como sea, pero hazlo. Seguro que no te arrepientes.
Que sí, que te animas, ¿verdad?
Ya ves que venir a Orreaga/Roncesvalles es un plan perfecto para pasar el día.
Descubrir los secretos de este icono del Camino Santiago Francés, hacer una ruta entre hayas y robles, probar la gastronomía pirenaica —migas de pastor, revuelto de perretxikos, trucha con jamón, guisos de jabalí, palomas, cuajada, hmmm qué rico— Y si se te alarga la cosa, nochecita en la localidad en alguna de las casas rurales, hoteles o albergues y listo.
Es un plan sin fisuras.