03 abr, 2023

9 senderos ideales para hacer con peques en Navarra

“Apagad la tele y la tablet, ¡nos vamos de excursión!”. Es hora de desconectar de las pantallas para conectar con la naturaleza. Con estas sencillas rutas disfrutarás de unos entornos espectaculares mientras pasáis un día en familia de diez. Elige tu favorita, ponte ropa cómoda… ¡y a patear!

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¿Te apetece hacer un plan diferente apto para todas las edades? En Navarra, tenemos lo que estás buscando. Nuestros paisajes son de lo más diversos y, por eso, se ajustan a todos los gustos y preferencias. Hoy te contamos qué paseos son ideales para activar a peques y mayores mientras respiras aire puro. Toma nota, sal de la rutina y menea el esqueleto. ¡La diversión está asegurada!

1. En la comarca del Bidasoa


Una opción de lo más apetecible es pasar el día entre lagos cristalinos de montaña y frondosos hayedos. Nos referimos a los embalses de Leurtza, ubicados en el valle de Malerreka, entre los municipios de Urroz y Beintza-Labaien. Esta zona, declarada Área Natural Recreativa, es una cuenca cerrada cubierta de bosques de hayas, que le dan una magia muy especial al lugar. Cuenta con dos senderos circulares y sencillos de 3,5 y 9 kilómetros, que bordean los embalses, se adentran en el hayedo y discurren junto al arroyo de Leurtza. Su inicio es el Punto de Información que se encuentra a tan solo 5 kilómetros de Urroz. El agua en calma, las hojas mecidas por el viento y un entorno precioso en el que correr, saltar y sacudir todas esas horas de videojuegos. Recuerda que, si te acercas en temporada alta, tendrás que reservar la plaza de aparcamiento para poder acceder a los embalses y a la ruta. Después, puedes culminar la jornada dándote un banquete en su cómodo merendero, que cuenta con barbacoas y mobiliario, o probando los bares y restaurantes de la zona, como el Albergue Orbela o la Posada de Labaien, ambos en Beintza-Labaien y muy cerca de los embalses.

Niña de espaldas mirando el embalse

2. En el Valle de Baztan

La otra opción, igual de vistosa y en pleno Valle de Baztan, es pasear hasta la cascada de Xorroxin. Es una ruta sencilla y de las más populares de Navarra, por lo que os recomendamos que reservéis vuestro acceso al parking. El recorrido es de unos 7 kilómetros y parte del bonito pueblo de Erratzu, donde tienes la oportunidad de comer de maravilla en el camping Baztan. Aunque el sendero no tiene grandes dificultades, os recomendamos que os calcéis las botas de monte. El terreno suele estar húmedo y puede ser resbaladizo. Un aviso: el entorno en el que os adentráis es mágico. Todo lo que encontréis os va a parecer salido de un cuento. Por eso, no os extrañará que la cascada tenga orígenes legendarios. Cuenta la leyenda que sus aguas brotaron de las lágrimas de desamor de un pastor por una lamia. Las lamias son seres mitológicos que habitan en los bosques y ríos de Baztan. ¿Encontraréis alguna en vuestro camino?

Hombre sobre unas rocas delante de la casacada de Xorroxin en primavera

3. En la zona del Plazaola

Otro paseo con cascadas nos lo regala el río Larraun en el tramo de Hiruzubide. Cruzaréis varios puentes, descubriréis refrescantes saltos de agua y recorreréis un precioso sendero entre pastos y bosques de árboles centenarios. El inicio del sendero es desde el aparcamiento ubicado junto al Ayuntamiento del Valle de Larraun, en la entrada sur de Lekunberri. Tras caminar unos 100 metros por el arcén de la carretera NA-1300, llegaréis a la Vía Verde del Plazaola. Éste será el eje principal del sendero, aunque habrá que tomar algún desvío. Para ello, seguiréis las balizas naranjas en el tramo de la vía verde y, el resto del tiempo, las amarillas, en el tramo de senda a orillas del río. Al terminar esta bonita ruta, habréis conocido la cascada de Ixkier, los restos de un antiguo molino, el puente de piedra de Beltzuntze… y habréis podido respirar aire puro entre hayas, robles y castaños. Si a la hora de reponer fuerzas sois más de sentaros a la mesa que de sacar el bocata, una buena opción puede ser comer en el camping de Lekunberri.

Niña haciéndose un selfie al lado de la cascada

4. En la Sakana

Si lo que queréis es un buen baño de bosque, hay una opción muy fácil y sin apenas desnivel con la que además os haréis unas fotos en familia alucinantes. Hablamos de la ruta de los robles milenarios. Sale desde el camping de Etxarri Aranatz y realiza un recorrido circular de apenas 5 kilómetros en el que encontraréis un montón de especies de árboles y arbustos marcados con carteles identificativos. Las joyas de la corona con los ancestrales robles que dan nombre a este paseo. Os sorprenderán sus enormes dimensiones, formas caprichosas, surcos, ramas que se retuercen… y una enorme copa de hojas verdes tan frondosa que apenas deja que se cuele el azul del cielo. Todo lo necesario para que os sintáis como en una película de fantasía. Y ya que estáis tan cerca del camping, os animamos a que comáis allí mismo. Además, tiene una terraza de lo más apetecible.

Dos niños andando sobre unos troncos de arboles cortados

5. En Irati, el corazón del Pirineo navarro

Puede que a estas alturas ya os hayáis dado cuenta de que encontrar escenarios de cine en la naturaleza navarra es bastante sencillo, porque nuestros paisajes son bonitos hasta decir basta. El nombre de uno de nuestros hayedos más famosos, ha saltado recientemente a la gran pantalla, y allí nos trasladamos con nuestra siguiente propuesta: la Selva de Irati. Errekaidorra es una ruta circular transfronteriza de lo más entretenida, con inicio en Casas de Irati, el centro de acogida con servicio de comidas. Tiene aproximadamente 10 kilómetros y es de dificultad moderada. Si la belleza de estos hayedos no era suficiente motivo para echar la mochila al hombro y venir, este recorrido ofrece además seis puntos museísticos al aire libre con los que aprenderéis el por qué las hayas y abetos de este bosque eran tan codiciados para construir galeones o cómo conseguían transportar los troncos por el río. También, descubriréis la cascada del Cubo, una preciosa caída del agua en escalera en la que hacer un pequeño descanso y disfrutar del precioso paisaje.

Río atravesando la selva

6. En la Foz de Lumbier

Una excursión en familia que sí o sí tienes que hacer en algún momento es visitar la Foz de Lumbier. El río Irati y el paso del tiempo han esculpido estos impresionantes acantilados que hoy son el hogar de águilas, buitres leonados y gran variedad de aves que podréis explorar con vuestros prismáticos. Atravesar la foz es muy fácil, tan solo hay que seguir el trazado del antiguo ferrocarril, convertido en la actualidad en vía verde.
Hoy os proponemos este sendero circular que parte del Área de Acogida e Información que también cuenta con merenderos. Cuenta con algo más de seis kilómetros y tiene unos 300 metros de desnivel. Disfrutaréis de las espectaculares panorámicas de los cortados de la Sierra de Leire y la foz. Un recorrido diferente para hacer deporte con tu gente en un entorno muy especial.

grupo de personas andando por la foz

7. En el Prepirineo

Si tus peques todavía necesitan algo de entrenamiento o cumplir algún añito más, una ruta mucho más sencilla, pero igual de divertida, es esta que rodea el Embalse de Nagore. Es un paseo súper accesible, de unos 6 kilómetros, que también podréis hacer en bicicleta. Disfrutaréis de las aguas en calma del embalse, el entorno tranquilo y unas vistas asombrosas de la Foz de Txintxurrenea. El recorrido empieza en el aparcamiento habilitado junto a la iglesia de Santa María, una joya del románico rural.  Aunque es un sendero accesible, si vais con cochecito de bebé, tendréis que iniciar la ruta en Nagore, ya que el tramo entre Santa María y Nagore es el único no accesible. Durante vuestro camino, veréis la calzada romana de Arce-Artzi, las ruinas del antiguo palacio de Arce y la localidad de Nagore. Y si hace buen tiempo, lo mejor es preparar un picnic, ya que junto al inicio de la ruta hay una zona verde acondicionada para bañarse. Si preferís comer de plato, los restaurantes más cercanos, hacia el sur, se encuentran en Aoiz o en el Hotel familiar Ekai que cuenta con un gran jardín con parque infantil y, hacia el norte, en el camping de Aurizberri/Espinal.

Vista del pueblo de Nagore detrás del pantano

8. En Tierras de Iranzu

Ahora vamos a hacer un recorrido lineal de unos 6 kilómetros de distancia. Se trata de la ruta del Cañón del río Ubagua, ubicado en la zona conocida como Tierras de Iranzu, por su cercanía al precioso monasterio del mismo nombre. El sendero empieza en el Camping de Riezu y va hasta el pueblo de Lezaun. Al ser lineal, hay que sumar otros 6 kilómetros de vuelta, así que si a tu tropa se le apodera el camino, basta con volver cuando más convenga. ¡Veréis qué entretenimiento! Entre manantiales, presas de agua, pasarelas de madera y… ¡hasta un puente tibetano! El paisaje es muy variado y de lo más bonito, entre bosques de hayas, encinas, campos de trigo y las impresionantes paredes de piedra del cañón.

Niña pasando un puente tibetano

9. En el desierto de las Bardenas Reales

Y terminamos con un plan perfecto para hacer en familia. Este cómodo paseo sin desnivel se encuentra en las Bardenas Reales. Este desierto es probablemente uno de los paisajes más inesperados de Navarra. ¡Tus peques van a alucinar! Podéis llegar con el coche hasta el parking habilitado junto al monumento natural de Castildetierra. Este cabezo esculpido por el viento será el escenario ideal para hacer una foto para el recuerdo. Además, es el punto de partida ideal para hacer la vuelta del Barranco de las Cortinas, un recorrido muy fácil de apenas algo más de un kilómetro. Id sin prisa, contemplad el vuelo de las aves, observad los efectos de luces y sombras sobre las caprichosas formas de la roca, y escuchad cómo el silencio es cortado por la brisa. Si en ese momento cierras los ojos, la experiencia puede resultar de lo más relajante.

grupo de personas sobre un cerro al lado de Castildetierra

Esperamos que estas ideas os sirvan de inspiración para preparar vuestra próxima escapada. Lo pasaréis en grande con cualquiera de las opciones. Elegid vuestra favorita y animaos a conocer Navarra con las botas puestas. ¡Vais a repetir, seguro!

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