Experiencias gastronómicas
Porque en Navarra, la gastronomía se celebra más allá de la mesa y el mantel.
Y aquí te invitamos a que te metas en faena en divertidas, didácticas o sorprendentes experiencias de turismo gastronómico.
Te presentamos un variadito aquí debajo y si quieres conocerlas todas haz clic en el botón rojo.

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¡A por setas!
Navarra es un paraíso micológico en el que puedes encontrar boletus diversos, la ilarraka o pardilla, los solicitados perretxikos y hasta la amanita caesarea —gorringo—, uno de los hongos más cotizados.
Y con tal variedad de setas y hongos no es de extrañar que aquí se celebren en su honor diversas fiestas y actividades como, por ejemplo, aprender a recolectar.
Para ello solo tienes que acercarte al parque micológico de Ultzama o contratar a un guía experto y ponerte a recorrer hayedos y robledales en busca de níscalos, setas de pino o las conocidas como setas de los reyes.
Y de ahí... directamente a tus fogones.
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Aprende a hacer talos
Un talo es una torta elaborada con harina de maíz tostada, sal y agua, que se cocina a la plancha. Una receta de origen humilde y un bocado sencillo, pero esos que siempre apetecen.
Sobre todo, si lo acompañas de chistorra, bacon, queso, chocolate, y por supuesto una copa de rico vino navarro. Suena bien, ¿verdad?
Pues que sepas que además de degustarlos, en el molino de Amaiur/Maya te enseñan y te hacen partícipe de todo el proceso de elaboración.
¿Quién se anima a meter las manos en la masa?
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Visita una quesería
Si eres fan del queso, Navarra es sin duda tu lugar estrella.
Porque no es solo una, sino que son dos, las denominaciones de origen de los quesos navarros: la D.O. Idiazabal y la D.O. Roncal.
Y a partir de aquí, ocurre como con el vino: no solo de degustar va la cosa.
Expande tus miras y acércate a una quesería para conocer de cerca el proceso de elaboración de estas delicias lácteas.
Y, si te atreves, puedes elaborar un queso con tus propias manos o incluso acompañar a un pastor al monte para que te desvele los secretos del pastoreo.
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Vive una trufa-experiencia
El mundo de la trufa te espera en la temporada de invierno.
Un hongo de olor y sabor muy peculiar ante el que se descubren los más afamados cocineros y que se esconde bajo la tierra navarra en los meses más fríos. Y para hacerle los honores qué mejor que acercarte al Museo de la Trufa de Metauten, muy cerquita de Estella-Lizarra.
Allí descubrirás todos los secretos de este exquisito hongo, degustarás productos trufados o participarás en una cata de vinos de la tierra. Y de la mano de un experto trufero pasearás por truferas, verás una exhibición de adiestramiento de perros o recogerás la trufa en plantación.
¡A ver quién ve primero la mosca de la trufa!
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Endúlzate la vida en una mielería
Y conoce de primera mano cómo se elabora este rico producto autóctono de inicio a fin.
La visita empieza con un recorrido por el colmenar —con el equipamiento adecuado— donde verás cómo se extrae la miel y descubrirás la importancia de las abejas para nuestro entorno.
Te muestran también el proceso de envasado y la elaboración de productos derivados como velas, jabones y cosméticos. Y si quieres, hasta podrás volver con ellos a casa.
¿Y dónde sumergirse en este curioso mundo? Tienes dos opciones; la Casa Museo de Apicultura Ezkurdi de Eltso, un pueblecito del Valle de Ultzama, o al aula de apicultura del Ecomuseo de Orísoain.
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Una visita con mucho salero
En Salinas de Oro, que de algo le viene el nombre, se encuentran dos de las pocas salineras con agua de manantial que existen en el mundo: las salineras Gironés y Nuin Eraso.
En la visita conocerás de dónde procede la sal con la que ponemos sabor a nuestras cocinas y los secretos de su extracción artesanal.
Además, durante el recorrido vas a recibir buenos consejos sobre cómo usar la sal con fines terapéuticos, cuál es su papel en nuestra salud y qué nos aporta este humilde mineral.
Al final de la jornada te espera —si quieres— una cata de diferentes sales. Quién diría que el sabor de la sal podía variar...
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¿Qué se cuece en cada zona?
Navarra es la región española que cuenta con mayor variedad de climas y paisajes y esto nos ofrece una gran variedad de productos con la mejor materia prima que ostentan 15 certificaciones de calidad ¡no está nada mal!
Si, además, se cocinan con un recetario lleno de matices e influencias de las cocinas vasca, riojana, aragonesa y francesa que la han ido enriqueciendo a lo largo de los siglos, se puede escribir la carta del mejor restaurante. ¿Ponemos en marcha las papilas gustativas?
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En las montañas del norte, el Pirineo
El norte es sinónimo de montaña, de ríos, de bosques y de verdes valles. El escenario ideal para una ganadería autóctona que nos brinda deliciosos chuletones y las costillicas de cordero, carne de pato y caza (prueba en temporada la paloma, la perdiz o el ciervo), y truchas y salmones de río.
Del bosque también las setas y hongos variados, y de las huertas, las alubias negras que tanto apetecen en invierno. Y no nos vamos a olvidar de los derivados lácteos: quesos con D.O. Roncal e Idiazabal, la cuajada y esa repostería artesana... ¿Te vas a ir sin probar los canutillos, la deliciosa goxua o las tortas de txantxigorri?
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En el entorno de la capital, Pamplona
Pamplona cocina todos los aromas de Navarra, desde las verduras de la huerta del Ebro hasta los guisos de la montaña. Y en su versión más tradicional o en la más innovadora, porque tienes restaurantes para todos los gustos y bolsillos.
Y además, como productos específicos de la Cuenca, están el cordero asado, el relleno y la chistorra, una variedad autóctona de embutido fresco que podrás degustar y comprar en mercados y tiendas gourmet.
Bueno, y ya sabes, no se te ocurra abandonar la ciudad sin irte de pinchos...
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En la Zona Media, tierra de transición
La Zona Media, pintada con suaves montañas y campos de cereal, huele a Mediterráneo, a vinos con D.O. Navarra y Rioja, a pan de trigo y a aceite.
Pero también a tierra que esconde uno de sus tesoros más valiosos, la trufa negra. Y a regadíos donde nacen los Pimientos del Piquillo, los espárragos y las pochas de Sangüesa, a queso trashumante y a rico asado de gorrín.
¿Quién se resiste a sentarse a la mesa?
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En la Ribera, las tierras del sur
Y para terminar, la Ribera del Ebro, con una increible huerta que esconde bajo tierra o nos deja a la vista muchos pero que muchos tesoros. Hasta han sido alabados por el propio Ferran Adrià.
Sus oros blancos, rojos, verdes y amarillos son los espárragos, los pimientos y vinos de fama internacional, las alcachofas y cogollos, y su aceite. Con la suerte de que se pueden disfrutar en cualquier momento del año, gracias a su potente industria conservera.
Como maridaje perfecto, el menú se redondea con los vinos de la tierra.
Para saber todo sobre la gastronomía navarra
En el folleto Catar Navarra está todo recogido.
La gastronomía, el alma de todas las fiestas...
No importa la época del año en que tengas planeado escaparte, porque lo difícil va a ser no encontrarte alguna celebración gastronómica en algún punto de Navarra. Estas son algunas de las más populares, pero hay muchas más.