Nacedero del Urederra

La Reserva Natural del Nacedero del Urederra

Un camino de pozas cristalinas en pleno corazón del bosque

¿Qué pensarías si te dijéramos que en Navarra también tenemos aguas de un intenso azul turquesa? Sí, sí, así como lo oyes.

¿Te suena raro?

Claro, seguro que no es lo primero que te viene a la cabeza cuando piensas en nuestra tierra. Pero lo cierto es que Navarra también cuenta con parajes de aguas cristalinas. Solo que no están al borde del mar sino rodeados de olmos y hayas.

Nos referimos, cómo no, a la Reserva Natural del Nacedero del Urederra. Un espacio protegido que debemos respetar y cuidar para que siga siendo una joya natural.

Vamos a contarte todo lo que debes saber si te animas a visitarlo durante tu viaje a Navarra.

Grupo consultando los paneles informativos

Organiza tu visita al Nacedero del Urederra

De acuerdo, has decidido visitar esta Reserva Natural, pero ¿qué necesitas saber?

  • Pues que es una pasada, lo primero. Ya lo habíamos dejado caer, pero es nuestra obligación insistir.
  • Lo segundo: que se trata de un ecosistema extremadamente frágil y por eso el acceso está limitado a 500 personas al día. Lo que se traduce en que no puedes aparecer allí de manera improvisada porque lo más probable es que te quedes sin entrar. No te preocupes, enseguida te pasamos la web para que puedas gestionar tu reserva con antelación.
  • Que cuando llegues verás un aparcamiento habilitado junto a la caseta de entrada.

Si quieres ver un mapa de la zona del nacedero

Y conocer qué puedes hacer, además de visitar el nacedero.

Cómo es la visita al Nacedero del Urederra

Cómo es la visita al Nacedero del Urederra

Bueno, ya tienes tu vehículo aparcado, ya tienes tu entrada y es tu momento. ¿Qué te espera en el nacedero?

Pues uno de esos lugares difíciles de describir con palabras a los que ni siquiera las fotos hacen justicia. Hay que estar allí para verlo y sobre todo, para sentirlo.

  • Caballos pastando

    Se trata de un ecosistema milenario en el que conviven hayas, olmos, robles, arces y fresnos.

    Las pozas y pequeñas cascadas que te encontrarás por el recorrido recogen las aguas procedentes del Parque Natural de Urbasa-Andía.

    Y son tan cristalinas que puede que te parezcan irreales, como si estuvieran retocadas digitalmente. Pero no. Son obra de la naturaleza; sin trampa ni cartón. Y seguro, seguro, que te dejan alucinando.

  • Baquedano

    El sendero parte desde el pueblo de Baquedano y está bien señalizado. Tiene 6,2 kilómetros de longitud entre ida y vuelta y 90 metros de desnivel, siendo asequible para todos los públicos. Te llevará entre 2 y 3 horas recorrerlo —con calzado de monte, por supuesto— dependiendo de las paradas que hagas.

    Cuando llegues a la pista forestal que te adentra en el bosque verás un panel informativo y una bifurcación en el camino. Debes tomar la senda de la izquierda —volverás por la derecha—, que transcurre más próxima al río y te lleva hacia el nacedero por un bonito sendero. De momento, y por motivos medioambientales, el tramo final por el que se accede al nacedero se encuentra cerrado.

    Como te puedes imaginar no está permitido el baño, ni acampar ni hacer fuego. Aquí se viene a pasear, mirar y escuchar sin interferir demasiado. Que el nacedero no se entere de que estás ahí; ese es el mejor regalo que le puedes hacer.

    Ver el sendero en Wikiloc

¿Cómo te quedas?

Aguas de azul magnético, bosques de cuento y unos alrededores que ponen el broche de oro. El Nacedero y su entorno lo tienen todo. Ya solo faltas tú.

Mirador de Ubaba o Balcón de Pilatos

Qué hacer cerca del Nacedero del Urederra

Hora de volver.

Ya has pisado las hojas del camino, visto los colores del bosque y las aguas, respirado aire puro y llenado tu tarjeta de fotos. Es momento de tomar algo rico en el bar del pueblo o parar a comer en cualquier restaurante de la zona, porque no te arrepentirás.

Y cuando terminas, no querrás volver a casa, ¿verdad?

Sin problema. Cerca de aquí tienes un par de planes la mar de apetecibles. Elige cuál te gusta más y que siga la aventura.

  • Hombre contempla el paisaje desde el Mirador de Ubaba

    Mirador de Ubaba

    Se encuentra a 11 kilómetros del nacedero, en la cara sur de la Sierra de Urbasa. El acceso es desde la carretera NA-718, Estella-Lizarra—Olazti/Olazagutía, dentro del Parque Natural, donde encontrarás un parking a 150 metros del acantilado.

    Y menudo acantilado. Más de 200 metros de caída y unas vistas de todo el Valle de Améscoa.

    Pero volviendo al mirador, si disfrutas viendo aves en pleno vuelo estás de enhorabuena porque desde aquí es fácil avistar buitres, milanos y hasta algún quebrantahuesos. Quizá unos prismáticos te vengan bien para la ocasión.

    Y si tienes vértigo… hmmm… mejor no te asomes demasiado.

    Una recomendación final: respetar las zonas habilitadas para aparcar y en épocas de nieve no conviene acercarse al mirador, ya que los accesos suelen estar cerrados por ser peligrosos.

  • Grupo de ciclistas por la Sierra de Urbasa

    Sierra de Urbasa

    Y ya que estamos en la Sierra de Urbasa, mira cómo se las gasta este impresionante Parque Natural.

    Más de 21.000 hectáreas de hayedos, una gran meseta ubicada a más de 1.000 metros de altura, que cae bruscamente en su lado sur hacia el Valle de Améscoa, y alguna que otra ermita. Con rutas de senderismo y BTT para todos los niveles.

    Merenderos para disfrutar del aire libre, paneles informativos, acogedores campings y mucho —mucho— paisaje es lo que encontrarás en la Sierra de Urbasa.

    Y en los alrededores del parque, la comarca de Sakana, de naturaleza desbordante, tradiciones arraigadas y gastronomía contundente; y el Valle de Améscoa, ideal para perderse entre sus senderos y degustar sus deliciosos quesos.

    Y si vienes con peques, también os queda cerca una granja escuela.

    ¡Cuántas cosas! Enséñamelo todo

  • Puente de la Cárcel en Estella-Lizarra

    Estella-Lizarra

    Muy cerca del Nacedero, a media horica de nada, tienes una de las ciudades con más atractivo de Navarra, así que ya sabes… Mejor no te la pierdas.

    Estella-Lizarra es una localidad referente en el Camino de Santiago de Navarra, que a lo largo de su historia ha albergado a distintos pueblos como vascones, francos o judíos.

    Su patrimonio así lo refleja, con multitud de palacios señoriales, casas blasonadas e iglesias románicas, entre las que destaca la de San Pedro de la Rúa.

    Pasear por su judería, disfrutar de las vistas desde el Puente de la Cárcel, reponer fuerzas en el parque de los Llanos, rodearte de naturaleza en la Vía Verde del Ferrocarril Vasco Navarro o probar su rica gastronomía y sus vinos —por algo se encuentra en la Ruta del Vino— te dejarán bien claro por qué Estella-Lizarra bien vale una visita.

Planes en la zona del nacedero

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