30 oct, 2023
Los 10 castillos y fortalezas imprescindibles para viajar a la Edad Media en Navarra
Adéntrate en sólidas fortificaciones con siglos de historia e imagina el pasado de un territorio que conservó hasta el s. XIX su condición de reino.
BlogÉrase una vez un Reyno llamado Pamplona, que a partir del s. XII pasó a denominarse Navarra. La situación fronteriza de este territorio hizo que los sucesivos reyes medievales mandasen construir sus defensas dotadas con fosos, matacanes, saeteras, garitas y puentes levadizos a lo largo y ancho de todo el dominio.
A pesar de contar con más de un centenar de bastiones defensivos, Navarra fue perdiendo sus fortificaciones poco a poco. Por suerte, algunos de estos castillos y fortalezas resistieron el paso del tiempo y los avatares de la historia, llegando a perdurar hasta nuestros días. Te invitamos a conocerlos a través de una ruta en la que podrás empaparte de la historia del Reyno de Navarra.
El Palacio Real de Olite
Ahora nos dirigimos hacia la Zona Media, uno de los territorios del viejo Reyno con mayor huella histórica. Allí se encuentra uno de los palacios más hermosos de Europa: el Castillo-Palacio Real de Olite, que sirvió de residencia de los reyes de Navarra. En la actualidad, es uno de los alcázares góticos más interesantes del continente y uno de los lugares más atractivos para visitar en Navarra.
Carlos III el Noble encomendó su construcción en el primer tercio del siglo XV. El palacio contó con habitaciones doradas, varias galerías, exóticos jardines, caprichosas torres, pajarera, leonera y hasta un complejo sistema de riego. Todo muy del gusto del monarca, quien trajo a su palacio predilecto a los mejores maestros europeos para obtener la máxima calidad de los trabajos.
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El Castillo de Javier
Nos desplazamos ahora hacia la Navarra más Oriental donde, antes de adentrarnos en los valles pirenaicos, nos encontramos con el Castillo de Javier, lugar de peregrinaje anual en las populares Javieradas. En su interior nació San Francisco Javier, patrón de Navarra. Este impactante castillo del siglo X construido sobre roca viva fue parcialmente demolido por orden del cardenal Cisneros en 1516. Hoy se encuentra totalmente rehabilitado y es posible visitarlo. Un puente levadizo da entrada a un mundo de torres, mazmorras, matacanes y troneras. Un lugar ideal para sentir que viajas 1000 años atrás.
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El Castillo de Marcilla
Seguimos nuestra ruta hacia al sur para adentrarnos en la Ribera, tierra de más castillos y leyendas. La parte más meridional del Reyno también es un lugar muy interesante por su patrimonio cultural. Su especial situación como vía de entrada ha dejado una rica herencia influenciada por todo tipo de culturas.
Comenzamos visitando el castillo palacio de Marcilla. Es una fortaleza de estilo gótico construida en el siglo XV con muros de ladrillo, matacanes, torres, foso y puente de acceso. Según cuenta la leyenda, en su interior se guardó la espada Tizona del Cid Campeador.
En 1516, Ana de Velasco, esposa de Alonso Carrillo de Peralta, logró impedir su demolición por orden del cardenal Cisneros, tras la ocupación militar de Navarra. Fue recientemente restaurado y, actualmente, alberga la casa consistorial.
El Castillo de Cortes
Data del siglo XII y fue una de las principales fortalezas medievales por encontrarse en la frontera con Aragón. Fue residencia temporal de monarcas navarros y también sirvió de residencia de distintos linajes nobles que fueron convirtiendo el castillo en palacio.
Actualmente, conserva su torre homenaje, patio de armas y muralla. La construcción medieval fue reformada en el siglo XIX tal como revelan sus ventanales de arco apuntados y sus interiores neogóticos.
El Cerco de Artajona
Otro conjunto impactante que tienes que descubrir es el Cerco amurallado de Artajona: una fortaleza acorazada del siglo XI perfectamente adaptada al cerro sobre el que se asienta. Conserva nada más y nada menos que nueve torres y dos portales, todo coronado por la imponente iglesia-fortaleza de San Saturnino. No te pierdas la visita y sube al tejado de la iglesia para ver el lomo de un dragón y el peculiar sistema de recogida de agua de la época. Artajona es sin duda el lugar perfecto para imaginar la vida de reyes, caballeros y juglares.
La Iglesia-Fortaleza de Santa María de Ujué
Muy cerca de Olite te espera la Iglesia-Fortaleza de Ujué. Aunque no fue un castillo al uso, sí que fue una fortaleza estratégica porque desde ahí se divisa gran parte del territorio, desde el Pirineo hasta el desierto de las Bardenas Reales. Construida en el siglo X con torres almenadas, contiene una portada sur que es considerada una obra maestra del gótico.
- Para sacarle todo provecho a este rincón del viejo Reyno, te recomendamos que la visites con una ruta guiada.
El Castillo de Amaiur/Maya
Empezamos por el norte, en uno de los pueblos más bonitos del Valle de Baztan, donde se alzaba el Castillo de Amaiur/Maya. Todo un icono, ya que fue el último foco de resistencia frente a Castilla tras la conquista de Navarra. En 1522, 150 navarros resistieron 10 días de asedio de unos 30.000 hombres del bando contrario. Aunque hoy se encuentra en ruinas, es posible conocer su historia a través de una visita guiada, del recorrido interpretado hasta el monolito o visitando el museo de la localidad.
La Casa Torre Jauregia de Donamaria
Otro de los puntos curiosos de esta zona es la Casa Torre Jauregia de Donamaria, una casa-palacio gótica del siglo XV con estructura rectangular. Conserva la esencia y el carácter de las antiguas torres de linaje de la Navarra Atlántica. Aunque su interior no es visitable, te recomendamos que te acerques porque el edificio por fuera y el entorno en el que se encuentra bien merece una visita. Además, en sus restaurantes se come de maravilla y en un radio de 10km puedes aprovechar para conocer 5 tops de la zona:
- Los increíbles embalses de Leurtza
- El Parque Natural del Señorío de Bertiz
- La Vía Verde del Bidasoa
- Hacer un recorrido termal en el Balneario de Elgorriaga,
- Hacer el sendero conocido como "la Ruta del Agua" que va desde Santesteban, pasando por los bonitos pueblos de Elgorriaga, Ituren y Zubieta, estos últimos muy conocidos por su carnaval rural.
El Palacio Jauregia de Irurita.
Y ya que hablamos del Valle de Baztan, a tan solo 5 minutos de Elizondo podrás ver por dentro cómo eran los palacios de cabo de armería construidos entre los siglos XIV y XV. Déjate caer por el Palacio Jauregia de Irurita, bien realizando una visita guiada en grupo, o mucho mejor, alojándote en él, ya que está convertido en un coqueto hostal decorado con un mimo exquisito y al detalle.
El Castillo de Monjardín
Si tienes tiempo, te animamos a visitar el Castillo de Monjardín. En su origen, fue construido por los romanos y posteriormente adquirió la influencia de moros y cristianos.
En el año 908, el rey Sancho Garcés conquistó esta fortaleza de los Banu Qasi y, desde entonces, ayudó a proteger el reino desde la cumbre. Ubicado en plena ruta jacobea, para acceder a él, tendrás que ascender 220 metros desde la parte alta del pueblo de Villamayor de Monjardín. Merece la pena realizar la ascensión para ver esta fortaleza y disfrutar de las vistas panorámicas de gran parte de la geografía navarra.
Una gran ruta con un gran reto
Por último, pero no menos importante, tienes que saber que si te gusta descubrir tesoros, y además viajas en familia, puedes vivir una entretenida experiencia de geocaching a lo largo de la Ruta de los Castillos y Fortalezas de Navarra. 19 hitos donde se han escondido 16 cajas camufladas, que incluyen juegos de pistas que debes descifrar para encontrar el tesoro. Si lo consigues, recibirás el diploma de “conquistador de castillos".