04 dic, 2025
Pacharán, el licor navarro que tienes que descubrir
Más que un licor, el pacharán es historia, identidad y paisaje. Descubre en la destilería Zoco cómo se elabora este símbolo navarro paseando entre endrinos, creando tu propio pacharán y disfrutando de maridajes y cócteles que reinventan su esencia.
BlogEn Navarra nos encanta el pacharán ¡por muchas razones! Sobre todo, por su calidad intacta y sabor auténtico, que nació en las cocinas navarras y ya se ha convertido en un símbolo de nuestra identidad. Además, una vez más, nuestro pacharán es una prueba más de que aquí Manda la Tierra.
Elaborado a partir de endrinas silvestres recogidas en los caminos y esa maceración lenta que convierte el anís en rojo pasión, probarlo es abrir una ventana al paisaje navarro, sentir el equilibrio entre dulzor y carácter y descubrir que, detrás de cada copa, hay siglos de tradición.
Experiencia premium, en Zoco
No es ningún secreto que el pacharán es uno de los productos más conocidos de la gastronomía navarra, pero ¿sabes cómo se elabora? Te proponemos una experiencia completa en torno al pacharán, que nos llevará hasta una de las destilerías navarras, la de Zoco en Dicastillo. Allí, paseando entre endrinos que guardan la esencia del licor y recorriendo los jardines históricos del Palacio de la Condesa de la Vega del Pozo, nos adentramos en su maravillosa historia. La destilería nos abre sus puertas para mostrar su elaboración artesanal, a partir de endrinas 100% navarras maceradas en anís natural, sin colorantes ni aromas añadidos.
Descubrimos, en ese instante, que esta visita no se trata de ver, sino también de tocar, oler, probar. ¡Hasta elaboramos nuestro propio pacharán! Y lo degustamos con chocolates que realzan su sabor. Para finalizar, disfrutamos de un taller de coctelería capaz de reinventar el licor mágico con mezclas sorprendentes. ¡Prepárate para hacer los mejores cócteles de pacharán!
Sin apenas darnos cuenta, en una hora y media hemos conectado con una tradición viva, en un entorno que respira historia, naturaleza y sabiduría.
Además, para revivir la experiencia, podrás elegir entre una botella de anís o pacharán Zoco, incluida en el precio. ¡El plan perfecto!
La endrina: alma del pacharán
Escondida entre espinas, la endrina asoma pequeña, con su color azul oscuro, repleta de secretos. Al principio, se muestra áspera, desafiante y quizá por eso, hace siglos, alguien decidió domarla con aguardiente anisado. Así nació el pacharán.
Lo cierto es que esta baya del espino negro (Prunus spinosa) siempre ha sido una superviviente. Los márgenes y las tierras pobres, castigadas por heladas y vientos, son su zona de confort. Y aunque su origen se extiende por Europa y Asia, en Navarra encuentra su identidad más reconocida, concentrándose en Tierra Estella.
La magia surge cuando se macera con anís: el líquido se tiñe de rojo intenso y aflora su dulzor amable, un guiño amargo y ese calor final tan propio.
Un origen con siglos de historia
El pacharán no es un invento moderno y eso, sin duda, lo hace todavía más especial. Admirado por su sabor y sus propiedades digestivas, ¡ya se servía en la Edad Media!
Su nombre viene del euskera: pattar (aguardiente) y arán (endrino). De origen humilde, no fue inventado por maestros destiladores ni por alquimistas de alto rango, sino por manos campesinas que buscaban dar sabor a la vida cotidiana. Durante siglos fue bebida casera, elaborada en los hogares navarros con recetas transmitidas de generación en generación. No había aditivos ni artificios: solo endrinas, anís y aguardiente.
En 1956 en Navarra se dio el salto a la producción industrial sin perder la esencia artesanal. Con el tiempo, lo que empezó como una tradición se convirtió en un símbolo de la gastronomía típica navarra. En los años 80, el pacharán pasó de las cocinas a las bodegas navarras y obtuvo denominación de origen. Con la protección de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Pacharán Navarro y del Consejo Regulador, que garantiza su autenticidad, hoy sigue siendo fiel a su esencia: sencillo, honesto, jugando con los contrastes.
Un carácter único, para un maridaje excepcional
Gracias a su carácter afrutado y toque anisado, el pacharán marida especialmente bien con platos típicos de Navarra que comparten tradición y autenticidad. Así ocurre con nuestros quesos navarros. Como el Idiazabal, cuya intensidad contrasta a la perfección la dulzura del pacharán. O el Roncal, un curado con personalidad, que se equilibra con el frescor frutal del licor.
¡Y qué decir de su combinación con embutidos y carnes! Si lo acompañas de una chistorra de Navarra, descubrirás que va de maravilla, porque el pacharán suaviza su toque especiado y graso. O con el jamón de cerdo, con su punto salado y umami, que armoniza con la acidez de la endrina.
A la hora de los postres, el pacharán también cotiza al alza. Porque es un magnífico aliado de los dulces tradicionales navarros, como la tarta de queso, cremosa y ligeramente ácida; la goxua, con nata, bizcocho y crema; o las rosquillas, ideales para acompañar un chupito frío. La almendra, que armoniza la endrina con su sabor tostado, también hace buena pareja con el licor navarro. Y no podemos olvidar el chocolate, con matices que el pacharán realza como ninguno.
Por último, se cuela también en los platos más creativos de la gastronomía navarra, incluidos sus pinchos gourmet en miniatura: un foie de pato con reducción de pacharán, por ejemplo, o un helado elaborado a partir de este licor, maridado con frutos rojos o nueces. Combinaciones que no solo respetan la tradición, sino que potencian la experiencia sensorial del pacharán, elevándolo a otra categoría nueva.
Nuestro tesoro carmesí se convierte, así, en uno de los mejores embajadores de nuestra tierra, porque siempre fue mucho más que una típica bebida navarra. En cada sorbo, nos transportamos al campo y a la historia de quienes recolectan las endrinas con paciencia, en otoño, cuando alcanzan la madurez. Y en cada sorbo, también, reivindicamos el valor de lo sencillo, la tradición y la sostenibilidad de un producto 100% local, con ese toque anisado que lo hace único. ¡Anímate a saborearlo!



