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Te proponemos una escapada por el valle de Baztan y las míticas tierras del noroeste de Navarra, donde naturaleza, leyendas y magia ofrecen increíbles sensaciones. En Zugarramurdi nos adentraremos en el mundo de la brujería y en Urdazubi/Urdax en el reino subterráneo de sus cuevas. Recorreremos el bosque del Señorío de Bertiz, su encantador Jardín Botánico y la apacible Vía Verde del Bidasoa.
También podremos deslizar nuestras manos por las esculturas de madera del Museo Santxotena de Arizkun, transitar los parajes del éxito literario de La Trilogía del Baztan de Dolores Redondo y visitar el molino de Zubieta. Y cómo no, degustar la gastronomía local, saboreando alubias rojas, chuletones, talos, cuajadas, goxuas o delicioso chocolate … Te vas a relamer los labios.
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Museo y Cueva de Zugarramurdi
En esta afamada localidad en la que se rodó la película “Las Brujas de Zugarramurdi”, te sugerimos que reserves una visita guiada en el Museo de las Brujas, para conocer la historia y las leyendas de unas tierras de pasado tan increíble como inquietante. Informa de tu discapacidad visual para que te permitan tocar algunos de los objetos expuestos, ¿te atreves con la cabeza de un carnero? Con los audiovisuales reflexionarás sobre cómo el ser humano ha perseguido y castigado lo diferente y lo desconocido, de ahí que muchas mujeres y algunas niñas, fueran tomadas por brujas y, por ello, condenadas a la hoguera.
Para acceder a la conocida Cueva de Zugarramurdi, en la que se cuenta que se practicaban los aquelarres, bajarás una larga escalinata y te sumergirás en un entorno natural mágico y envolvente donde podrás escuchar la “Regata del Infierno”, el arroyo que atraviesa el bosque y la montaña.
Si has visitado Zugarramurdi por la mañana has de saber que en Zugarramurdi tienes una amplia oferta de restaurantes donde degustar la rica gastronomía local y reponer fuerzas para continuar la jornada. Consúltala aquí.
Sendero de la Pottoka Azul
Si te apetece un poco de movimiento, te proponemos que hagas junto a tus acompañantes el sendero que une Zugarramurdi y Urdazubi/Urdax, la llamada ruta de las Cuevas, de los Contrabandistas o de la Pottoka Azul. Transcurre por carretera en algunos tramos pequeños y, en su mayor parte, por sendero de piedras sueltas. No tiene dificultad pero has de estar acostumbrado a este tipo de suelo irregular. Cálzate las botas, coge el bastón de trekking y disfruta con el sonido del ganado y de las regatas saltarinas. Calcula una hora de ida y otra de vuelta.
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Cuevas de Urdazubi/Urdax
No puedes perderte la visita guiada a la Cueva de Ikaburu en la que descubrirás un auténtico reino subterráneo que ha ido creando el río Urtxuma a lo largo de 14.000 años. Si informas de tu discapacidad visual, el equipo de guías te permitirá palpar algunas estalagmitas; es toda una experiencia sentir la gota que cae del techo en ese preciso instante. Podrás transitar sin peligro ayudándote de un pasamanos de cuerda en las escaleras y agachándote en algunos pasos. Además, existen audios que se activan al paso del grupo y que los guías van complementando con sus explicaciones.
Museo Santxotena
Ahora te proponemos una actividad tranquila pero repleta de sensaciones: ¡acariciar arte! Así como lo oyes. Porque en el Museo Santxotena podrás recorrer con tus manos todas las esculturas de madera expuestas en la cuidada campa y en las 9 bordas o cabañas que integran el museo de este artista, y así disfrutar de una de las artes más sensoriales. Además conocerás el pasado de un pueblo de artesanos: los Agotes. No te pierdas los audiovisuales que te lo explican todo. Es posible moverse de modo autónomo por todo el recorrido gracias a los cambios de textura del suelo, y, además, disponen de una guía interpretativa en braille. Unos 90 minutos de sensaciones táctiles asegurados.
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Elizondo, la capital del valle
No puedes irte de este verde valle sin recorrer los rincones de esta bonita localidad. Por ella pasea la inspectora Amaia Salazar en las novelas de la Trilogía del Baztan de Dolores Redondo, y tú podrás hacer lo mismo gracias a una visita guiada de aproximadamente 3 horas, en la que la guía va leyendo los pasajes de los lugares en los que te encuentras. Escucha el torrente del río y siente la magia de Elizondo y la tranquilidad del cementerio; en él podrás tocar el ángel de piedra que decora una de las tumbas.
Y tras la visita, un toque dulce de lo más apetecible: pásate por alguna de las tiendas de Elizondo para comprar, a peso, su irresistible chocolate con almendras o las sabrosas tortas de txantxigorri.
Parque natural del Señorío de Bertiz
Sumérgete en este exuberante paraje natural poblado de hayas, robles y alisedas. En el punto de información ubicado en la entrada del jardín botánico, os informarán sobre las distintas rutas que podéis hacer a pie. Todas cuentan con suelos fáciles, para quien tiene costumbre de hacer senderismo, y la longitud varía entre 1,5 y 22 km.
Si te apetece pasear durante 2 horas y sentir el silencio, solo acompañado por los mágicos sonidos de la naturaleza, te recomendamos hacer el “Suspiro”; solo tendrás que saltar alguna que otra regata sin dificultad. Si estás habituado a caminar, tu ruta es “Plazazelai”, de 4 horas de duración; esta es más ancha y de suelo más uniforme, y te encontrarás un par de puentes que salvan las regatas. Si te concentras un poco, en el agua podrás escuchar el canto de las lamias, las míticas sirenas de este bosque que peinan sus cabellos con peine de oro… Y con un poco de suerte, también oirás el tamborileo de algún pájaro carpintero.
No te pierdas pasear por el exótico jardín botánico de Bertiz, que dispone de una guía en braille, y acércate a abrazar la enorme secuoya que allí habita. Después visita el Centro de Interpretación, que dispone de paneles interactivos, y en el que un vídeo cuenta la historia del bosque y del Señorío.
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Vía Verde del Bidasoa
Una alternativa apacible puede ser la de recorrer junto a tus acompañantes, alguno de los tramos de la Vía Verde del Bidasoa. Por ejemplo, el que se inicia en Oieregi, junto al Señorío de Bertiz para llegar hasta la bonita plaza de Legasa, rodeada de enormes casonas. Posteriormente enlaza con el río Bidasoa acompañado por una frondosa arboleda hasta Doneztebe/Santesteban. Este tramo tiene algunas pendientes no aptas para sillas de ruedas pero cómodas para transitar a pie. A partir de esta localidad la vía es más llana e igualmente encantadora.
Molino de Zubieta
A unos 15 km del Señorío de Bertiz en dirección oeste se encuentra Zubieta, una localidad de calles enlosadas y nobles caseríos, bañada por el río Ezcurra. La fuerza del agua de este río mueve las entrañas de su molino y con la molienda se obtiene harina de maíz con la que se elaboran los tradicionales talos de la localidad, unas tortas rellenas de queso, txistorra, chocolate...
Edorta, el molinero, te dará todas las explicaciones y te hará una demostración de su oficio convirtiendo esta experiencia en un alarde para los sentidos: sentirás el olor del maíz, escucharás el sonido del agua y el traqueteo de los engranajes del molino, y finalmente, podrás dejar que la fina harina resultante caiga suavemente sobre tus manos. Por cierto, ¿sabes que dicen que un molinero podría ser ciego porque todo lo que ocurre dentro de la maquinaria se percibe por su sonido?
Aprovecha para comprar sidra natural, mermeladas kilómetro cero, y por supuesto, algún paquete de esta auténtica harina de maíz. Además, podrás conocer su ancestral carnaval gracias al audiovisual que se emite en el primer piso.
